Como te contaba en el anterior artículo, la depresión tiene que ver con el contexto. O lo que es lo mismo, han ocurrido o están ocurriendo cosas en tu vida que hacen que tu vida se vuelva difícil. Como veíamos, cuando la vida se vuelve difícil, entramos en un bucle depresivo en el que nuestro estado de ánimo baja, dejamos de hacer cosas que aportan sentido a nuestra vida y, a su vez, esto hace que nuestro estado de ánimo baje.

Si eres de esas personas que te da pereza leer, te cuento qué hacer si te sientes deprimido/a en este vídeo de Instagram.

Y aunque lo mejor y más fácil sería que el contexto cambiara, no ocurre de manera generalizada. Es por ello que nos tenemos que plantear qué podemos hacer cuando nos encontramos en un contexto depresivo.

  1. PÓNTELO FÁCIL

Como decíamos, la vida se ha vuelto difícil, y como no es algo que puedas cambiar en el contexto, tenemos que ver cómo hacemos esa vida más accesible. Así que, por si no te había quedado claro HAZLO FÁCIL, no puedes andar igual por la montaña con una mochila de 5 kilos que con una mochila de 10kilos, por lo que, con la misma lógica, no puedes hacer las cosas como las venías haciendo hasta ahora, tienes que rebajar la exigencia y las expectativas porque recuerda: mejor hacerlo, aunque sea a medias, que no hacerlo.

Una manera de hacerlo fácil es descomponer las tareas en pasos. A menudo vemos las tareas como un todo, lo que nos dificulta enfrentarnos a ellas porque son demasiado grandes, cuando todas las tareas se componen de diversos pasos. Por ejemplo, “subir un vídeo a Instagram” es algo que requiere de muchos pasos para llegar al final: pensar el tema, escribir un guión, grabar el vídeo, montarlo… Un paso siempre es mucho más asequible cuando es una tarea compleja, y recuerda que muchas tareas se vuelven complejas cuando no nos sentimos bien. Así te animo a pensar: ¿cuál es el paso más pequeño que tengo que dar para acercarme a la tarea/actividad que quiero realizar?

2. PIDE AYUDA

Como veíamos, al entender la depresión como una enfermedad, atribuimos muchas veces a nuestra incapacidad la causa de no ser capaces de lidiar con el día a día. Lo cierto es que, en terapia, entre las personas en un estado depresivo más profundo, me encuentro a menudo personas muy capaces, con mucha tendencia a “poder con todo”, hacer las cosas solas y no pedir ayuda.

Una de las dificultades que nos pone el contexto es idealizar la autosuficiencia y catalogar la dependencia como debilidad. Pero he aquí la trampa: somos seres sociales, y no sólo nos conviene, sino que NECESITAMOS A OTROS para sobrevivir. La lógica de la productividad te invita a que si no estás pudiendo, si te estás sintiendo mal, te tienes que esconder, aislarte, que nadie vea tu incapacidad. Necesitas romper con esto así que, PIDE AYUDA.

Por un lado, se dice que “la expresión es lo contrario a la depresión”. Es decir, las personas que están sufriendo necesitan expresarse, validar su sufrimiento, sentirse apoyadas y poner en situación a las personas de su entorno para así poder activar su red de apoyo. Así podrás hacer cosas que te están resultado demasiado difíciles, porque no es lo mismo llevar tú sola la mochila de 10kg que compartirla con otra persona o poder aliviar un poco de carga.

Por otro lado, cuando no podemos comprometernos con nosotros mismos porque nos encontramos con un estado de ánimo muy bajo y no existe motivación intrínseca (propia, que viene de nosotros mismos), es una buena idea comprometernos con otras personas para realizar las actividades que nos están resultando complicadas. Esto hará que encontremos algo más de motivación, aunque sea extrínseca y podamos ir retomando actividades.

3. CONECTAR, NO DESCONECTAR

Cuando la vida se nos vuelve difícil, nuestra energía para enfrentarnos al día a día es limitada. Es entonces cuando nuestro cuerpo nos pide involucrarnos en actividades que requieran poco esfuerzo, puedan darnos una gratificación instantánea, o simplemente nos permitan desconectar de lo duro de nuestra vida cotidiana. Entre estas actividades encontramos: dormir, ver redes sociales (Instagram, Tiktok, Youtube…), comer determinado tipo de comida, etc.

Estas actividades nos permitirán sentirnos bien a corto plazo, pero a medio plazo nos privan de involucrarnos en actividades que realmente nos hacen sentir satisfacción con nuestra vida, pues no están conectadas con nuestros valores o la vida que queremos. Quiero decir, no creo que nadie en su lecho de muerte pensara: “ojalá hubiera pasado más tiempo echándome la siesta o viendo Tiktok”.

Además, hay una tendencia a mantener únicamente las actividades obligatorias (por ejemplo, el trabajo), lo que a menudo hace que estemos constantemente experimentando un malestar, ya que hemos perdido el contacto con todas las cosas que nos hacían sentir bien. ¿Por qué sería más importante mantener aquello que es obligatorio que mantener el cuidado de ti mismx, por ejemplo?

Así que te animo a plantearte qué áreas de tu vida estás descuidando y, teniendo en cuenta que tu energía es limitada y tienes que ponértelo fácil pregúntate: ¿qué pequeñas cosas podría hacer para cuidar lo que es importante para mí? Igual merece la pena ir a esa quedada aunque sea un rato, pasar tiempo con personas que quieres, o resolver alguna pequeña cuestión que te está inquietando.

Como mencionaba, estas actividades te permitirán “desconectar” de tu día a día, pero no te conectarán realmente con nada, y tendrás la sensación de ir en piloto automático, sin tomar decisiones reales de hacia dónde quieres dirigir tu vida. Es entonces cuando habrás entrado en el bucle de la depresión, como te contaba en este artículo, y quizá éste sea un punto de partida para romperlo.

4. CONECTAR, NO DESCONECTAR

A menudo me encuentro que las personas que están en un proceso depresivo son más autocríticas consigo mismas, ya que no pueden realizar las actividades que antes hacían con la misma facilidad. Pero te recuerdo que esa es la cuestión: la vida se te ha vuelto difícil, así que no puedes realizar las actividades con el mismo nivel de exigencia que cuando no te sentías así. Proponerte hacerlo igual que antes sólo hará que abandones la tarea al ver que no lo vas a conseguir, o te frustres por no llegar de la misma manera.

Así que ten autocompasión, es decir, ten en cuenta que estás pasando por un sufrimiento, que estás llevando una mochila más pesada, y que el sufrimiento es algo que todas las personas experimentamos por el hecho de vivir y haya cosas que nos importan. Trátate a ti como tratarías a alguien que quieres y que está sufriendo y deja de culpabilizarte por no lograr lo mismo que antes.

Para ello es importante que te permitas hacer las cosas a medias o realizar intentos, aunque no sean del todo exitosos, pues te estarás dando la oportunidad de romper el bucle depresivo realizando pequeñas aproximaciones hasta retomar las actividades que tú quieres.

Por último, ten en cuenta que no vas a lograrlo inmediatamente así que ten paciencia, probablemente no experimentes bienestar a corto plazo, pues tu estado de ánimo te lo dificulta, pero si cultivas aquello que quieres te aseguro que tarde o temprano acabarás recogiendo y, sobre todo, te sentirás más satisfechx con tu vida y contigo.

Si aún así te sientes desbordadx por una situación pide ayuda psicológica, en terapia te doy las herramientas para lidiar con ella. Ponte en contacto conmigo y podemos trabajar de manera online o presencial en Collado Villalba.

Leave A Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *